¿Sabía que podemos deshidratarnos tanto, si no más, en climas fríos que en climas cálidos?
Si te sientes malhumorado, aturdido o emocional y físicamente agotado, es posible que sufras deshidratación por clima frío. Con unos simples pasos, puedes mantenerte hidratado, feliz, lúcido y lleno de energía este invierno.
Un estudio de la Universidad de New Hampshire muestra que corres un mayor riesgo de deshidratarte en climas más fríos que en climas más cálidos; pero dado que las personas no suelen vincular el clima frío y la deshidratación, no hacen el esfuerzo de mantenerse hidratados.
¿Qué es la deshidratación?
Es la “escasez crónica de agua en el cuerpo que causa la mayoría de las enfermedades del cuerpo humano”. En climas más fríos, las personas simplemente no sienten tanta sed, por lo que no beben tanto.
No esperes a tener sed
Cuando sentimos sed, ya estamos deshidratados. Y lo interesante de estar deshidratado cuando hace frío es que no siempre sentiremos esa sensación de sed que nos recuerda tomar un trago.
Bebe tus 64 onzas al día
Nos enseñaron que debemos beber 8 vasos de agua al día. Lo que suena bien. Ocho vasos de 8 onzas nos ayudarán a mantenernos hidratado. Si las bebidas frías te parecen un poco menos emocionantes en este momento, prueba una bebida caliente sabrosa como un té de menta o de jamaica.
Incorpora alimentos ricos en agua
Comer tu hidratación no solo es saludable sino que sabe muy bien. Comer frutas como naranjas, fresas, melones, tomates o sandías o vegetales como pepinos, lechuga o apio. O comer comidas como varios caldos o sopas es una excelente manera de satisfacer las necesidades de agua.
Saboriza tu agua
Hay muchas personas a las que no les gusta el sabor del agua, o que encuentran que el agua es aburrida, ¡pero no tiene por qué ser así! Puedes infundir tu agua con frutas y verduras refrescantes. Las frutas cítricas ofrecen un sabor maravilloso al igual que los pepinos o las bayas o la albahaca y la menta. También puede probar saborizantes que ofrecen nutrición y realce del sabor.