Actitud Positiva: el estrés y la ansiedad afectan a todo el cuerpo, incluido el sistema inmunológico. Las sonrisas y la risas en realidad refuerzan tu inmunidad. No permitas que el clima más frío te deprima, tu salud depende de ello.
- Dormir: dormir es el momento en que el cuerpo y el cerebro limpian la basura y hacen reparaciones. No puedes esperar salir ileso durante el invierno o incluso en verano si no duermes lo suficiente. Estudio tras estudio respalda esto: es más probable que te enfermes si no duermes bien.
- Ejercicio: tu cuerpo también depende del movimiento para desintoxicar los tejidos, eliminar los desechos celulares e incluso transportar las células inmunitarias donde se necesitan. Así es, el sistema linfático no tiene una bomba como el corazón para hacerlo todo, por lo que nuestros niveles de actividad son más importantes de lo que crees. El ejercicio también mejora la salud del corazón y la circulación sanguínea para mantener las células nutridas, sanas y resistentes a las infecciones.
- Agua: la hidratación es importante en todos los aspectos de la salud, desde la digestión hasta la inmunidad. Bebe mucha agua filtrada todos los días. Si estás enfermo, bebe más. La ingesta inadecuada de agua se ha relacionado con síntomas empeorados de asma, alergias, dolores de cabeza y mucho más.
- Reducir el azúcar: los carbohidratos refinados afectan nuestro sistema con fuerza, aumentan la inflamación y pueden dañar las células de todo el cuerpo. El azúcar suprime el sistema inmunológico. Este no es el caso de las frutas y verduras que equilibran el azúcar con la fibra, el agua, las vitaminas y los minerales. Coma más de estos y evita las cosas procesadas.
- Probióticos: Tu sistema digestivo es una de las primeras líneas de defensa del cuerpo, esto puede sonar grave; pero si tus intestinos están llenos de bacterias beneficiosas, hay mucho menos espacio para las malas. La flora y fauna amigables de allí trabajan arduamente para evitar que los invasores se afiancen, así que siéntete libre de echarles una mano de vez en cuando con refuerzos y suministros mientras luchan en tantas batallas para mantenerte seguro.
- Aceite de coco: el aceite de coco contiene ácido láurico que disuelve las barreras lipídicas de los virus y las bacterias dañinas. Esto lo hace ideal para uso interno y externo durante la temporada de resfriados y gripe.
- Canela: la canela es una especia con propiedades antibióticas y antivirales que lo convierten en un gran aliado para mejorar las defensas.
- Omega 3: estos ácidos grasos omega son grasas buenas que disminuyen la inflamación y aumentan la actividad de los fagocitos, células que literalmente se comen a los malos. Las semillas de lino, las semillas de chia, las nueces y el son buenas opciones veganas.
- Adaptógenos: hay muchas hierbas que ayudan al cuerpo a lidiar con el estrés y adaptarse a los cambios. El astrágalo y el ginseng son dos que son especialmente buenos para estimular la función inmunológica, al aumentar los glóbulos blancos y las interleuquinas.
- Vitamina C natural: hay poca evidencia de que la vitamina C suplementaria en realidad ayude con los resfriados o la gripe, pero puede que esto no sea cierto para las formas naturales encontradas en los alimentos. La vitamina C sintética que se encuentra en los suplementos es solo una parte de un complejo de compuestos. La vitamina C natural de los alimentos integrales es un antioxidante vital que se usa en todo el cuerpo. Cítricos y pimientos rojos son dos de tus mejores aliados.
- Zinc: las semillas de calabaza son un alimento básico durante el invierno, pueden ayudar a prevenir y acortar la duración de los resfriados; sin embargo, no te excedas, demasiado zinc comienza a deteriorar la función inmune. La dosis recomendada es menos de 30 mg al día. La espinaca, las nueces, los frijoles, los champiñones y el chocolate negro también son buenas fuentes de zinc.
- Vitamina D: una de las razones por las que muchas personas comienzan a enfermarse en el invierno se debe al gran cambio que tenemos de la luz solar. El clima se torna más frío, así que nos ponemos más ropa, dejamos de ir a la playa y evitamos la vida al aire libre. El sol también está más bajo en el cielo y recibimos menos luz. La vitamina D es parte de la creación de catelicidina, una proteína que mata los virus y puede ser la cantidad de células inmunitarias que se comunican entre sí. En los días más cálidos, sal al exterior y toma veinte minutos de sol y quizás busques un suplemento. La vitamina D3, la forma más biodisponible, incluso se ofrece ahora para veganos y vegetarianos, provenientes de líquenes.
- Immune Shield: los iones de plata son otro poderoso antibiótico, antiviral y antifúngico. Immune Shield combina plata iónica con ácido fúlvico y minerales nutritivos para hacerlo aún más efectivo.
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Muy buena informacion