Dentro de nuestro cuerpo, hay un sorprendente mecanismo de protección llamado SISTEMA INMUNE; esté está diseñado para defendernos de millones de bacterias, microbios, virus, toxinas y parásitos que adorarían invadirlo. Factores ambientales como la dieta y la nutrición, el estrés, la falta de sueño, la contaminación, las toxinas, la obesidad, el tabaquismo y el alcohol pueden abrumar al cuerpo y provocar una baja inmunidad.
Hidratación
10-12 vasos de agua por día ayudan a eliminar las toxinas del cuerpo; si no recibes suficiente agua; las toxinas se acumulan en el cuerpo, no solo disminuyendo el sistema inmunológico; sino también causando el agotamiento de la energía. Comienza cada mañana con limón fresco exprimido a temperatura ambiente ó agua tibia para ayudar a estimular el sistema inmunológico y desintoxicarte.
Come BIEN
Ingiere alimentos que apoyen la salud del sistema inmunitario. PREFIERE alimentos frescos y naturales y aleja los alimentos procesados y cargados de químicos que terminan deprimiendo el sistema inmunitario y sobrecargando el hígado. Evita los azúcares refinados que le roban al cuerpo vitaminas y minerales, lo que resulta en un sistema inmunitario debilitado. Los edulcorantes artificiales son neurotoxinas, que dañan el cuerpo y la salud. Come alimentos ricos en ácidos grasos Omega 3 que son fundamentales para la salud celular, reducen la inflamación en el cuerpo y previenen el daño del ADN. Los alimentos ricos en Omega 3 incluyen nueces semillas de linaza, semillas de chía, algas, semillas de cáñamo y polvos, espirulina y clorofila. Y todos sabemos que los alimentos ricos en vitamina C apoyan la salud del sistema inmunológico, incluye fresas, camu-camu, cerezas, papaya, kiwi, pimientos, granada. Incorpora ajo fresco y cebollas frescas en tus platos. El ajo fresco es el antibiótico más poderoso de la naturaleza.
Suplementos
Incorpora suplementos de alta calidad además de comer bien; los suplementos son un seguro de que el cuerpo obtiene todo lo que necesita, especialmente en momentos de estrés. Un multivitamínico y un mineral de alta potencia, a base de plantas, rico en vitaminas B, vitamina C, zinc y magnesio puede ayudar a mantener el cuerpo sano. Los probióticos mejoran la flora intestinal (bacterias buenas) y estimulan el sistema inmunológico.
¡Movimiento!
A mover el cuerpo y a SUDAR, la piel es el órgano eliminador más grande del cuerpo y la sudoración equivale a la liberación de toxinas. El movimiento aumenta la circulación linfática lo que contribuye a eliminación de toxinas, lo que significa una mejor salud del sistema inmunológico. Necesitas hacer ejercicio para estimular tu cuerpo, la hormona del crecimiento y las mitocondrias celulares.
Des-estresaTE
Con yoga, meditación y respiración profunda. El estrés aumenta las hormonas del estrés en el cuerpo que pueden agotarnos física y mentalmente. Al emplear técnicas como el yoga, la meditación y los ejercicios de respiración profunda, los niveles de estrés disminuyen a medida que el sistema nervioso se relaja. Los estudios han demostrado que las personas que constantemente dedican tiempo al manejo del estrés a través de técnicas de cuerpo y mente se enferman menos.
Descansa y duerme
Dormir es tan importante como todos los demás puntos. Honra a tu cuerpo y dale tiempo para recuperarse y recargarse. No te esfuerces demasiado ni te esfuerces más de lo necesario; esto afecta el sistema nervioso, el sistema inmunitario y la salud y el bienestar en general. Necesitamos dormir lo suficiente para desintoxicar, recuperar y reparar nuestro cuerpo, nuestras células y el ADN celular. Acostarse a la misma hora todos los días ayuda a mantener el cuerpo en un ritmo saludable.
Ámate a tí mismo
Los estudios han demostrado que el diálogo interno negativo y los pensamientos debilitantes aumentan el estrés en el cuerpo, acidifican el cuerpo y deprimen nuestro sistema inmunológico. Las afirmaciones positivas y el pensamiento positivo ayudan a aumentar nuestra salud celular, inmunológica y elevar nuestras vibraciones. Cuando detenemos la charla negativa y la reemplazamos con declaraciones amorosas y gratitud, aumentamos nuestra salud en general y nos volvemos más felices.
Con conciencia y práctica, podemos cambiar la forma en que pensamos. Como cualquier otra cosa, ser bueno en algo requiere práctica.
Cuida tu cuerpo, y él cuidará de ti. ¡Tu mayor riqueza es la salud!